No entiendo como mujeres españolas no se arreglan más -comentó Tatiana con voz dulce.
Llamaba la atención de todos, muy maquillada, con la melena suelta, iba enfundada en un conjunto que acentuaba su delgadez y enormes pechos y caminaba muy despacio sobre unos tacones imposibles. Jesús contemplaba vanidoso la admiración que su mujer causaba, como si él tuviera algún mérito en ello.
Tatiana era infinitamente más interesante que mi amigo de la infancia. Llevaba poco aquí pero ya hablaba español con fluidez. Me explicó su dura vida en Ucrania y lo tontos que éramos en España por no valorar lo que habíamos conseguido.
-Estoy muy contenta porque mañana llega mi hija -me informó.
Y dentro de medio año, vendría su madre, también. Admiré profundamente a aquella mujer que jugaba con las cartas que le había dado la vida.
-Invito yo- fanfarroneó Jesús cuando nos trajeron la cuenta.
Tiró su tarjeta de crédito oro sobre la mesa. Yo le dejé hacer aunque no soy rubia ni tengo la melena hasta la cintura.
Muñeca Rusa
Otro pequeño relato de los que se me ocurren, anécdotas que me suceden y / o comentarios sobre mi persona plasmados en menos de 200 palabras. En esta ocasión, una curiosa anécdota que me ocurrió cuando la vida me puso en contacto con un excompañero de colegio. Muñeca Rusa
Espero que te guste.