Escritor. 6 curiosidades de mí que te podrían interesar.

En este artículo podrás encontrar información sobre mí como escritor.
Barcelona, escaparate inmejorable como escritor
Barcelona desde el aire.

De Barcelona

Me llamo Nacho Zubizarreta y soy de Barcelona. Evidentemente eso ha marcado mi forma de ver la vida y hacer las cosas, aunque no me considero especialmente romántico en ese aspecto. De hecho hace unos años salí huyendo de las hordas de turistas que asolan la ciudad condal y me fui a un sitio más tranquilo. Me encantaría pasar una temporada en el extranjero. Me iría bien echar de menos mi tierra, mi país, y ver las cosas con cierta perspectiva. Pero mis obligaciones familiares no me lo permiten de momento, así que aquí me quedo. En la actualidad vivo en Sitges. Sí, sí, ya lo sé: Sitges es turístico también, pero de otra manera. Además mi casa está algo apartada del centro y desde la terraza veo el mar y las crestas verdes del Garraf. Impagable. Y como escritor me parece un marco inmejorable en el que desarrollar mis historias.
Bandera gay
¿Sabes por qué la bandera gay es de colores? Mándame un mail y te lo explico.

Gay

También soy calvo. No es que una cosa tenga que ver con la otra, pero puestos a decir obviedades, pues así las suelto. Nada de dramas ni por ser gay ni por ser calvo, simplemente las cosas son así. Y ya puestos, a estas alturas de la vida le encuentro ventajas tanto a lo del mariconeo como a la alopecia. Quizás consideres que hablar de mi orientación sexual es poco procedente y responde al natural exhibicionismo de los escritores, y es posible que tengas razón. Pero si lo que escribo -en esta presentación, pero sobretodo en mis novelas- anima remotamente a alguien con problemas de identidad (o simplemente triste por ser ‘diferente’ en cualquier aspecto), me sentiré ya profundamente honrado, tanto como escritor como persona.
Dibujo jóvenes bailando. Nacho Zubizarreta es bailongo
Soy muy bailongo. ¿Alguien se apunta?

Yo, Nacho Zubizarreta, fui gogó en Ibiza

Cuando se preparaba la publicación de Nada es cierto, Editorial Pàmies me pidió una breve biografía para incluir en la solapa del libro. Yo redacté un texto muy apañado sobre mi vida profesional, que se ha desarrollado básicamente en el mundo de la publicidad, sector medios de comunicación. La editorial me respondió muy amablemente que aquello era un tostón, y que por favor les enviara algo más jugoso. Bueno, me lo dijeron de forma mucho más amable, pero el contenido era ese. Evidentemente, tenían razón. Si miras las hazañas de cualquier escritor verás que todos han llevado vidas apasionantes. Así que envié un nuevo escrito plagado de trabajos de juventud: camionero, probador de alimentos, camarero, arqueólogo, operador de cámara, gogó… Curiosamente, de las 412 páginas que conforman Nada es cierto (414 si contamos portada y contraportada), por lo que todo el mundo me pregunta invariablemente es por mi pasado de gogó en Ibiza. Además a un escritor le va bien siempre tener anécdotas que contar.
Los Ángeles de Charlie, inspiración como escritor
Logo de la famosa serie de televisión Los Ángeles de Charlie

Quise ser un Ángel de Charlie

¿Y quién no? Los de los 70’s tenemos fijación por tres series: Vacaciones en el mar, Mazinger Z y los Ángeles de Charlie. Hubo muchas más (La Casa de la Pradera, Dallas, Colombo…) pero creo que esas son las que marcaron más el ideario popular. O por lo menos el mío. Aquellas señoritas de aspecto saludable y pelazo que resolvían casos entre indolencia y estilo, sembraron en mí el gusto por el misterio. Muchas veces, cuando en las entrevistas me preguntan por mis referentes, siempre estoy tentado a hablar de Farrah Fawcett & Co. Pero en lugar de eso me pongo culto y previsible y comento los de siempre: Patricia Highsmith, Fred Vargas, Agatha Christie, Vazquez Montalban, Leonardo Padura, Jo Nesbo y tanto otros. Grandes escritores todos ellos (pero menos glamourosos, la verdad).
dibujo proyector cine. Nacho Zubizarreta estudió cine.
Me eduqué en las salas de cine. Por eso me hice escritor.

Estudié Dirección de cine (por eso me hice escritor)

Sí. En el Centre d’Estudis Cinematográfics de Catalunya. Bueno, para ser sinceros, hice el primer año. Empecé a grabar pequeñas peliculitas con mis amigos y pronto me di cuenta que aquello no era para mí. La parte organizativa, la logística podía conmigo, me estresaba en exceso y acaba cabreado con todo el mundo. Lo que yo disfrutaba de verdad era sentarme en la soledad  con lo ya rodado y poner escenas una detrás de otra. Era mágico ir viendo el resultado del montaje. Y decidí que sería escritor. Aún hoy en día, 25 años después, nos reunimos y vemos aquellas grabaciones de antaño, entre risas y nostalgia. Mi pasión por el cine era tal que intenté ser guionista. Hice varios cursos y masters. He colaborado en programas de TV, todos bastante malos, la verdad. Incluso escribí un serie de dibujos para TV3 que jamás llegó a emitirse. También estuve a un tris de firmar una serie muy divertida con Mediaset sobre unas amas de casa convertidas en espías internacionales, pero entonces vino la crisis y se llevó todo por delante.
cine negro
No debiste seguirme, Morgan.

Me apasiona el negro

Pongámonos en situación. Una noche de tormenta. El viento aulla en el exterior mientras las gotas de lluvia golpean furiosas contra las ventanas. Tú estas leyendo una novela de misterio, de esas que te mantiene el alma alerta, que te hacen sentir vivo. La bombilla de tu lamparita de noche parpadea de vez en cuando y escuchas algún crujido que otro al que no quieres dar importancia. De pronto el chasquido se repite, esta vez en el pasillo, a pocos pasos. Tu piel se eriza y no puedes dejar de plantearte si tal vez no estás sol@… La situación perfecta, ¿no?. Y en mi caso, es sólo una excusa. La novela negra me permite hablar de manera tangencial de los temas que me gustan: la familia, la culpa, la responsabilidad, los sinsabores del amor… ¿Y acaso existe algo más divertido que pasar un poco de miedo controlado?
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