Aseguraba que antes de depender de una máquina prefería morir. Sonaba a decisión de esas que se dicen por decir. Además era especialista en promesas incumplidas, como la de sacarse el carné de conducir.
Pero enfermó de una patología rara y cuando el momento llegó, ejecutó su testamento vital. El día señalado, se quedó a solas con sus hijos. ‘Por favor, nada de dramas’, pidió la mayor. La habitación estaba en penumbra, sonaba la Callas de fondo. Se encontraba tranquila, sedada pero consciente. Gastó su último aliento en dar a cada hijo palabras de ánimo. También les pidió que no tuvieran miedo a nada. El médico de la asociación se quedó a solas con ella.
-Ahora está dormida. Poco a poco se irá apagando. No sufrirá -aseguró al salir del cuarto.
Los chicos se abrazaron brevemente. Hubo lágrimas contenidas. Esperaron, no sabían qué hacer. El silencio se impuso, roto solamente por la televisión de la vecina. El se ocultó tras los edificios y la oscuridad se apoderó de la ciudad.
Aquella noche el Barça ganó algún campeonato. Miles de hinchas eufóricos salieron a celebrarlo.
Testamento Vital
Otro pequeño relato de los que se me ocurren, anécdotas que me suceden y comentarios sobre mi persona plasmados en menos de 200 palabras. En esta ocasión, un reflexión sobre morir con dignidad. Testamento vital
Espero que te guste.
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