Pertenezco a una secta satánica ultra secreta. Sí. Con Trini, del 2º C y Amparo, la del 4º A. Hicimos un pacto de sangre y todo. Todavía me duele el tajo que me pegó la bruta de Wrunjis, que es el nombre diabólico de Amparo. Yo me llamo Mufteg. Prefería Cassandra, pero dijeron que era poco satánico. Por lo menos no me bautizaron Prrrrdra, como a la pobre Trini, que suena a pedo.
Hemos de ser muy discretas. Hemos creado un código cifrado según tendemos la ropa. Hoy Amparo, perdón Wrunjis, ha colgado: Braga-Braga-Calcetín-Servilleta-Sostén. El día que explicaron lo del código yo tuve un apretón y ahora mismo no tengo claro si tengo que hacer un guiso con un gato muerto y dárselo a mi Paco para cenar, o bañarme desnuda en el mar a la luz de la luna. No sé qué prefiero, hace mucho frío. Claro que todo puede ser que Wrunjis haya perdido el otro calcetín, simplemente.
Diabólicas
Otro pequeño relato de los que se me ocurren, anécdotas que me suceden y / o comentarios sobre mi persona plasmados en menos de 200 palabras. En esta ocasión, una relato sobre unas vecinas que crean un extraño club para conseguir sus objetivos. Diabólicas
Espero que te guste.
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