Cuando era niño, Pablito se ocultó en el armario jugando al escondite. La fiesta se interrumpió sin que sus amigos le avisaran y Pablito pasó allí dentro años, lustros. Un día se atrevió a salir del armario. ¡Eres gay! ¡Eres gay! le dijo todo el mundo. Pablito, ahora ya Don Pablo, no sabía qué demonios era pues nunca había intimado con nadie.
En otra celebración alguien le besó en los labios mientras jugaban a la gallinita ciega. La sensación fue tan agradable y el sabor tan dulce que Don Pablo tomó la mano de su compañer@ de juegos y nunca más la soltó. Tampoco se quitó la venda de los ojos pues no le importaba por si era chico o chica o todo lo contrario.
Confusión
Otro pequeño relato de los que se me ocurren, anécdotas que me suceden y / o comentarios sobre mi persona plasmados en menos de 200 palabras. En esta ocasión, una reflexión en forma de cuento de la excesiva importancia que le damos a los vemos y no a lo que somos. Confusión
Espero que te guste.
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