Abel es un hombre de éxito. Viví sus primeros triunfos en directo. Luego nos distanciamos pero siempre ha hecho alarde de grandes logros. Me acaba de confirmar que está arruinado y sin ingresos. Me lo explica como lo dice todo, como en broma. Arranca la venda de mis ojos y de golpe se desmontan los cuentos que me ha estado vendiendo. Todo encaja por fin: sus ausencias, sus excusas, la falta de suelto para lo que fuera, las incoherencias… Lleva lustros haciendo esfuerzos sobrehumanos por venderse como hombre de éxito. ¿Para qué? Intuía sus delirios pero siempre creí que había un poso de verdad. ¿Quién eres, Abel?
Pido la cuenta, invito yo, faltaría más. Está en casa de unos amigos a los que asesora en nosequé proyecto. Ahora sé que es otra mentira, que no tiene donde caerse muerto. Pero prefiere mendigar en casa de conocidos antes pedir ayuda a su familia. Me alejo con el corazón encogido. Sus risas esconden amargura, miedo. Las mías, incredulidad y egoísmo
Sorpresa
Otro pequeño relato de los que se me ocurren, anécdotas que me suceden y / o comentarios sobre mi persona plasmados en menos de 200 palabras. Hay veces que la vida te sorprende. Y que la gente que creías conocer bien te sorprende también. Este microrrelato explica uno de esos casos. Sorpresa
Espero que te guste.
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