Ayer soñé con la madre de Rui, no sé por que. Hace años Rui quiso mostrame su casa natal, cerca de Braga. Ya no vivía nadie, enseguida comprendí por qué. Adosada a una ladera, en su interior había tal humedad que podía recogerse con cuchara. Además, aterraba. Sombría, llena de cuadros mohosos de santos y muebles oscuros, parecía haber sido decorada por la hermana de Drácula. Pero lo más extraño fue la presencia constante de su madre. Instalada con una hija, añoraba aquella casa. Una mañana fui a la cocina y ahí estaba ella, mirándome. Casi me da un infarto. En otra ocasión se presentó mientras comíamos.
-Rui, tu madre me está hablando. Y no entiendo el portugués -informé.
-No le hagas caso. Es una pesada – indicó Rui mirando para otro lado.
¡Cómo no hacerle caso si la tenía a medio metro!
El remate fue la tarde que al volver de un paseo, la encontramos caída en una zanja sin poder levantarse. Toda de negro, moviendo brazos y piernas parecía una cucarachita, pobre. ¿Que hubiera sido de ella si no hubiéramos estados nosotro ahí para recogerla?
En fin, espero que descanse en paz.
La madre de Rui
Otro pequeño relato de los que se me ocurren, anécdotas que me suceden y / o comentarios sobre mi persona plasmados en menos de 200 palabras. En esta ocasión, una el recuerdo de una persona muy peculiar que conocí en circunstancias extrañas. La madre de Rui
Espero que te guste.
Foto de Nishant Aneja en Pexels