Voy algo caliente así que he quedado con un tío de una app de ligues. Llego al bar, cinco minutos antes, él ya está allí. ¡Qué raro! Es guapo, me gusta. Se ve aseado, con ojos verdes de mirada limpia. También es tímido, de Ucrania y apenas si habla inglés. Pero sonríe mucho y parece amable. Le invito a subir a casa. Se levanta con mucho zarandeo pero no es hasta la calle que me doy cuenta: es cojo. Pero cojo de cojones, de poliomelitis. No sé qué hacer. Por eso ha llegado con tanta antelación. ¡Traidor! Si me hubiera avisado me sentiría menos engañado. ¿Pero cuántos chascos se habrá llevado? Y esa vida tan dura de inmigrante… Tengo dos calles para decidirme. A su ritmo es como si fueran cuatro. La pierna mala se intuye raquítica, atrofiada. Yo solo quería un rato agradable de contacto carnal y no sentirme una rata miserable por desear a un hombre con las extremidades intactas. No sé qué hacer. Sólo queda una calle.
Sexo 2.0
Otro pequeño relato de los que se me ocurren, anécdotas que me suceden y/o comentarios sobre mi persona plasmados en menos de 200 palabras. En esta ocasión, una reflexión sobre el sexo. ¿Es algo meramente físico o hay algo más? En este mundo traidor, nada es verdad ni es mentira, todo depende del color del cristal con que se mira.
Espero que te guste.
Foto de Adonyi Gábor en Pexels