Salí del armario con 17. Eran los 80 y apenas había referentes gay nacionales, y a pesar de las micro agresiones homófobas que había sufrido (sin dramas), tenía ya muy claro que ser homosexual no era nada malo. Me costó un par de años “normalizar” la situación. Siempre agradeceré a mi padre que empezara a ir él al psicólogo en lugar de enviarme a mí.
No soy de banderas, ni de grandes eventos, ni mucho menos de subir a una carroza en taparrabos o pelucón. Mi lucha es cotidiana, sin alardes ni ocultaciones, mi objetivo es que la gente me aprecie o me deteste como persona o por mi trabajo, no por con quién me acuesto. Soy afortunado, hay muchos seres humanos que no pueden expresarse así, que solo por mostrarse coherentes con su manera de sentir, arriesgan sus vidas. Por eso, brindo todo mi apoyo a la celebración del Orgullo LGTBI. Queda mucho, mucho por hacer. ¡FELIZ ORGULLO!
Orgullo LGTBI 2020
Pequeños relatos que se me ocurren, anécdotas que me suceden y comentarios sobre mi persona plasmados en menos de 200 palabras, en esta ocasión con motivo del día del Orgullo LGTBI 2020.
Espero que te guste