Yo quería ser niño cantor de Viena. Mis abuelos escuchaban el Concierto de Año Nuevo con tal devoción que yo anhelaba ser como aquellos niños de voz angelical. Con mis primos jugaba a que éramos un coro. Nos peinábamos con raya al lado y utilizábamos servilletas para simular sus atuendos marineros. Pero mis primos preferían el scalextric. Además no nos sabíamos ninguna canción importante.
-Es que a su hijo solo le interesa lo que ve en en la tele -le dijo el profesor Estadella a mi madre.
Eso no era cierto. Es verdad que también quería ser Ángel de Charlie, pero el abuelo nos obligaba a tragarnos el discurso de navidad del rey, por ejemplo, y nunca me dio por ser rey. El rey me parecía un tostón. En cambio Farrah Fawcett me fascinaba, por no hablar de aquellos niños con voz de pito que en mi imaginación, lo hacían todo juntos.
Los niños cantores de Viena
Otro pequeño relato de los que se me ocurren, anécdotas que me suceden y / o comentarios sobre mi persona plasmados en menos de 200 palabras. En esta ocasión, una reflexión sobre como le destino castigo mi arrogancia con una calvicie galopante. Los niños cantores de Viena
Espero que te guste.