Dentro de la novela negra existen dos corrientes principales: la inglesa y la americana.

Novela negra inglesa
Fue la primera, cronológicamente hablando. La escuela inglesa se centra en la resolución puramente intelectual de un crimen, sin que el análisis de los aspectos sociales y morales del crimen tengan en ella una preponderancia clara; suele ambientarse en los sectores altos de la sociedad y su autor característico es Agatha Christie; las intrigas de este tipo de escuela son muy elaboradas y complejas.
Se diferencia por ser más tranquila y el personaje principal (el detective) se encuentra en un rango social alto. Trata los casos con paciencia y los resuelve con un gran análisis lógico y empírico de las pruebas (el llamado whodunit) que lo llevará a saber quién es el culpable sin tener que recurrir a la violencia o al uso de armas. Fue fundada por Arthur Conan Doyle, Agatha Christie, Dorothy L. Sayers, Arthur Morrison, Ronald Knox, P. D. James y Edmund Crispin, y sus principios fueron establecidos por el llamado Detection Club. Al margen de este grupo hay que mencionar a Elizabeth Mackintosh, más conocida por su pseudónimo de Josephine Tey, quien creó un híbrido de novela histórica + policiaca y es considerada por algunos autora de la mejor novela policiaca inglesa de todos los tiempos, The Daughter of Time (1951).

Novela negra norteamericana
La escuela norteamericana de novela negra o hard-boiled, por el contrario, se engendra y desarrolla en unas circunstancias sociales específicas a raíz de la Gran Depresión, que marca en la literatura policial la entrada de un cierto Naturalismo:
- Un apartamiento de la intención evasiva y el surgir de una honda preocupación social y retorno al realismo en ambientes, fondos, personajes, temas y estilo.
- Aparición de nuevos escenarios tocados por la crisis y la corrupción…
- Un público proletario, trabajador, de clase baja y escaso poder adquisitivo, que pedía un lenguaje y unos fondos poco floreados, claros, entendibles y directos, impresos no en libro de tapa dura, sino en revistas, en forma de relatos cortos y papel económico o de mala calidad, el «papel de pulpa» o pulp.
La experimentación formal y la búsqueda estilística quedaba a menudo en segundo plano. Recurre más a la violencia y al uso de armas, se exponen temas como el racismo, el nacionalismo, más que todo en las víctimas pero también en los detectives. Los crímenes no se dan ya en ambientes elitistas, sino que se desarrollan donde son más frecuentes: en ámbitos donde impera la pobreza o donde aparecen personajes marginados y desheredados. El detective casi siempre recurre a la violencia y a las armas para obtener la información que lo llevarán a saber quien es culpable. Sus fundadores fueron Dashiell Hammett y Raymond Chandler. Su planteamiento quedó establecido en el cuento Los asesinos de Hemingway. Este cuento es al género negro lo que Los crímenes de la calle Morgue de Poe es al policíaco inglés. En «Los asesinos» aparecen los que serán las características del género negro: predominancia del diálogo, y narración limpia y objetiva. El relato detectivesco «negro» prototípico es el hard-boiled, divulgado a través de revistas como Black Mask, Detective Store o Dime Detective. Los autores mas emblemáticos son Dashiell Hammett, Erle Stanley Gardner, Carroll John Daly. El propio Chandler formuló los principios del género en The Simple Art of Murder («El simple arte de matar», 1950.
La novela negra americana tiene sus propias instituciones. La Mystery Writers of America de la que forman parte importantes escritores norteamericanos como Jim Thompson, Patricia Highsmith, William Irish, Chester Himes, Ross Mcdonald, William R. Burnett, James M. Cain, Stanley Ellin, y James Hadley Chase, entre otros muchos. También con una importante nómina de escritores de otras nacionalidades: Georges Simenon, Manuel Vázquez Montalbán, Leonardo Sciascia, Lorenzo Silva o Andrea Camilleri, por ejemplo.
Características del género negro americano:
- Narración en primera persona.
- Lenguaje coloquial, sin eufemismos, y con uso de argots callejeros.
- Medias tintas en cuanto a los valores éticos: el detective a veces infringe la ley y los criminales son ocasionalmente honrados, o pretenden serlo.
- Cinismo profundo en el carácter de un detective protagonista, de vuelta de todo.
- Pérdida de importancia del proceso de identificación de un culpable.
- Filosofía vital estoica y, a veces nihilista, en el detective.
El éxito de la novela negra ha provocado que surjan algunas escuelas con características propias.

Escuela escandinava
La novela negra escandinava empezó con Söjwall y Wahlöö. Esta pareja escribieron diez novelas al más puro estilo policíaco, entre 1965 y 1975. Su personaje principal es el detective Martin Beck como protagonista y personaje recurrente en todas ellas. Siguiendo una de las características del género negro, y aprovechando su condición periodistas, Söjwall y Wahlöö mostraban una imagen de Suecia que poco tenía que ver con ese paraíso que el mundo tenía del país escandinavo en los 60. Empeñaron su capacidad narrativa en denunciar el trato que la clase trabajadora recibía de la socialdemocracia, fue su intento de desenmascarar la farsa en que se había convertido el llamado Estado del Bienestar en su país.
La influencia de esta pareja fue decisiva para los sucesivos autores escandinavos de novela negra. Aún así actualmente, la novela nórdica ha perdido buena parte de esa carga de crítica política y social que empapaba el trabajo de sus precursores, y sigue intereses comerciales más prosaicos. La propia Maj Sjöwall declaraba en 2013: “No entiendo el éxito de la novela negra nórdica: le falta calidad”.
Algunos de los escritores más destacados de la novela negra nórdica actual son:
Henning Mankell (1948 -2015) es el más representativos. Su personaje insignia es el inspector de policía Kurt Wallander, con el que ha escrito una colección seriada de 12 novelas como Asesinos sin rostro (1991), Pisando los talones (1997) o Huesos en el jardín (2013).
Jo Nesbo, nacido en Oslo en 1960. Empezó su carrera novelística en 1997, cuando publicó su primera novela negra Flaggermusmannen, con la que arrancó su más que exitosa serie del inspector Harry Hole, con la que ha obtenido premios como el Riverton a la mejor novela negra noruega y el Glassnokkelen a la mejor novela negra de los países nórdicos.
Stieg Larsson, (1954 – 2004) archiconocido gracias a su famosa trilogía Millennium (Los hombres que no amaban a las mujeres, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina y La reina en el palacio de las corrientes de aire). Es uno de los que mejor ha sabido transmitir cómo la sociedad sueca está sometida a las mismas perversiones que otras sociedades modernas.
Dijo Vargas Llosa que la Suecia que presentaba Larsson «era sucursal del infierno, donde los jueces prevarican, los psiquiatras torturan, los policías y espías delinquen, los políticos mienten, los empresarios estafan, y las instituciones en general parecen presa de una pandemia de corrupción de proporciones fujimoristas»
Otros autores destacados son
Camilla Lackberg, autora de Las hijas del frío o La Princesa de Hielo, absoluta superventas en España con más de 700.000 ejemplares.
Asa Larsson autora de Sangre derramada o Aurora Boreal con la que llegó a vender sólo en España 250.000 ejemplares.

Escuela española
En España surge con fuerza la novela policiaca en el último cuarto del siglo XX. Toma sus bases del género negro americano ya que es una disección social y una crítica cultural, como espacio para la resistencia política y el análisis subversivo de una realidad, los últimos años de la dictadura franquista.3 Para Manuel Vázquez Montalbán, la novela negra da al delito una dimensión social urbana y se ubica en un cuestionamiento del capitalismo permitiendo toda una serie de relaciones humanas. La novela negra permite superar el realismo socialista o realismo crítico. En los últimos años del franquismo, la novela negra y la novela política se complementan.
En la actualidad, en España como en los países hispanos la novela negra empieza a ser una realidad y un género equiparable a las escuelas francesa, inglesa y norteamericana cuando surgen las garantías jurídicas y los cambios políticos y sociales de las democracias modernas.
Algunos de los autores más destacados de novela negra en español son: Lorenzo Silva, Andreu Martín, Dolores Redondo, Carlos Zanon, Leonardo Padura, entre muchos otros.
1 comentario en «Novela Negra II»
Rica información, muy útil para los lectores. Felicitaciones