
El pasado 26 de septiembre presenté mi novela Ni un instante de paz en la biblioteca Santiago Rusiñol de Sitges. Fue un momento largamente esperado, el debut en sociedad de mi última obra, el momento de la verdad, que se retrasó más de medio año de la fecha prevista.

Han pasado cinco años desde que presentara mi novela anterior, Juegos Salvajes. Mucho ha llovido desde entonces, cinco años dan para mucho. Respecto a «mi carrera literaria» lo más destacable fue un agente literario que casi acaba con mis ganas de escribir, y una correctora de estilo que me cobró 600 € y me dejó con el trabajo a medias. Las escrituras, correcciones, asesorías varias y sucesivos repasos hicieron que la gestación y parto de Ni un instante de paz se alargara. Firmé el contrato con la editorial Milenio (sello en castellano de Pagès Editors) en julio del 2023, me aseguraron que la novela saldría en febrero del 2024. Pero cuando llegó el momento, me enteré de que no, de que habían retrasado la salida a junio. Evidentemente ni me consultaron ni me avisaron. La fecha definitiva fue mediados de julio y ya se sabe, en verano todo queda postpuesto para cuando acabaran los calores. De esta manera nos llegó septiembre y tuve que esperar que pasara Santa Tecla (la Festa Petita) así que nos plantamos a finales de mes.

Creo, sinceramente, que la presentación fue muy bien, aunque yo no la viví así. No disfruto de las presentaciones, las hago por que toca, pero si pudiera haría como Fred Vargas, que ni hace presentaciones, ni va a eventos ni a firmas. Pero ya se sabe, los autores desconocidos es lo que nos toca, promocionarnos.
La sala de actos de la biblioteca se llenó de familiares, amigos y lectores y creo honestamente que disfrutaron. Tuve el honor de que Charo González aceptara acompañarme. Charo es una de las personas que más sabe de novela negra en España. Lectora voraz (lee más de 100 novelas cada año), recorre la geografía nacional (y parte de la internacional) de semana negra en semana negra, coordina 5 clubs de lectura, preside el jurado del Cubelles Noir, es la co-comisaria de Sant Boi Negre y jurado en varios certámenes. Además es empresaria y madre. ¿Cómo se lo hace? Estuvo muy bien, como suele ser habitual en ella. Tiene muchas tablas y muchos conocimientos. Hablamos de la novela, e hizo hincapié en los temas que me interesaban resaltar: que es trepidante y adictiva, que aborda temas sociales como la inmigración ilegal y las enfermedades mentales y que tiene un final potente. Ese es el mensaje que yo quería transmitir.
En las presentaciones me preocupa que la gente se aburra, he ido a las suficientes como para saber que suelen ser un poco tostón. En mi afán de hacer el acto un poco más divertido, idee un juego para que los asistentes participaran. Tenía que asociar los personajes principales con frases de filósofos famosos. El que más acertara, se llevaba una novela. Fue divertido y creo que la gente se lo pasó muy bien. Y las ventas fueron bien, firme como una veintena de ejemplares. ¿Qué más puedo pedir?
