A los autores de novela negra se nos suele acusar de que nuestras tramas son inverosímiles y que esas cosas no suceden en la vida real. Yo siempre respondo que la realidad siempre supera la ficción. Y este es uno de los ejemplos más claros. El exorcismo de Almansa es uno de los casos más terribles de la crónica negra española.
Filicidio
Filicidio es el término con el que se designa al asesinato de los hijos a manos de sus padres. Todos asumimos como natural que los padres velen siempre por el bienestar de sus hijos aún a costa del suyo propio o incluso de su vida. Por eso los filicidios resultan tan abominables, porque rompen con una de las normas en las que se basa nuestra sociedad. Exorcismo de Almansa
Almansa, septiembre 1980
Carmen González Fito, de 36 años, es una de las vecinas más apreciadas del pueblo. Es curandera, sana a la gente mediante imposición de manos. Al menos es lo que ella dice y muchos de sus vecinos deben creerla pues su consulta, ubicada en su propia casa, es un negocio muy próspero. La ayuda su vecina Mari Ángeles Rodríguez de 28 años con quien ha trabado gran amistad. Las dos mujeres pasan juntas visitas y entre ellas crece un vínculo muy fuerte. Exorcismo de Almansa
Espíritus malignos
Un día Carmen expresa sus sospechas de que los espíritus diabólicos las acechan. Su conexión con las almas blancas a través de las cuales sus manos curan han provocado la envidia de entes oscuros que quieren destruirla. Está especialmente preocupada por Rosy, su hija de once años. La niña tuvo un primer periodo hace ya unos meses sin continuidad. Carmen expresa sus sospechas de que un demonio la ha dejado preñada. Exorcismo de Almansa

Locura
Las amigas alimentan sus paranoias mutuas, ven demonios por doquier. Una noche Carmen, Mª Ángeles y Mercedes, hermana de esta, salen a cenar. Beben más de la cuenta y empiezan a especular hasta convencerse de que Rosy está embarazada del diablo tras haber sido violada por su padre. Al día siguiente, viernes, Carmen y Mª Ángeles llevan a cabo una serie de sortilegios en la casa para ahuyentar a los malos espíritus dando pie así a un fin de semana demencial. Orinan y defecan por las esquinas, rompen imágenes y estampas, destrozan algunos muebles… Exorcismo de Almansa
Interviene la madre de Carmen, mujer de más de setenta años, a la que acusan de estar poseída y en un delirante exorcismo la apalean en los genitales con el palo de una fregona. En el paroxismo del momento, Mª Angeles va a por sus hijos, a los que también considera endemoniados. Rosa les introduce las manos en la boca a fin de que vomiten al demonio que llevan dentro, causándoles heridas en la garganta y amígdalas. La providencial aparición del marido de Mª Ángeles, logra sacar a los niños de la casa. Eso les salva la vida. Exorcismo de Almansa
El final de Rosy
Practican bizarros actos sexuales a fin de consolidar sus vínculos y la toman con Rosy a la que pretenden “limpiar”. Mientras atormentan a la niña, su padre y su tía rezan en la habitación contigua sin osar intervenir. Tras horas de tortura, Rosy fallece. El forense que hizo la autopsia explicó en su informe que a la cría le habían arrancado con las manos los genitales, el útero, el intestino grueso, el intestino delgado, el bazo y medio hígado, y que tenía la pared del diafragma rasgada, seguramente debido a la utilización de un palo. Exorcismo de Almansa
Cuando el fiscal le preguntó si la niña había sufrido, el forense confirmó que, en su opinión, Rosy pasó entre 5 y 10 minutos de padecimiento extremo antes de que sufriera un shock hipovolémico.
Sentencia
Para sorpresa de todos, el juez aceptó el alegato de la defensa según el cual Rosa y Mª Angeles sufrían Trastorno Mental Transitorio y las declaró inocentes. Las dos mujeres fueron enviadas a sendos centros psiquiatricos donde estuvieron recibiendo tratamiento durante un año. El escándalo en Almansa fue monumental. La intervención del fiscal, fundamentada en una posible peligrosidad de las mujeres y alabada por analisis psiquiátricos, las mantuvo encerradas tres años más. Exorcismo de Almansa

No volvieron a Almansa.
Vida nueva
Carmen regresó al lado de Jesús, su marido, con quien tuvo otros hijos. Años más tarde declaró no saber qué le llevó a acabar con la vida de su hija. Y esa ignorancia era la que la mantenía con vida.
La casa donde sucedieron los hechos se puso a la venta, pero nadie la compró. Al final la demolieron y en el solar se construyó una nave que en la actualidad se utiliza como cochera.
Durante muchos años, grupos satanistas se colaban en el cementerio de Almansa para llevar a cabo rituales frente al nicho donde está enterrada la pequeña Rosy. El ayuntamiento y la familia llegaron al acuerdo de quitar el nombre de la lápida a fin de evitar en lo posible actos vandálicos.
Dato inquietante
Toda esta historia es terrible, pero un detalle llama la atención. Era verano, las ventanas de las casas estaban abiertas. Muchos almanseños escucharon los gritos desgarradores que salían de la vivienda pero nadie intervino. Una vecina admitió haber oído los chillidos de la niña pidiendo auxilio, pero estaba tan aterrada que lo único que hizo fue rezar con todas sus fuerzas.
