Las relaciones humanas son complejas para todos, seas hetero, gay o miembro del colectivo LGTBI.
Hace unas semanas chateaba con un gay holandés que tenía previsto venir de vacaciones a Sitges este verano que afirmaba, no sin razón, que hoy en día es mucho más fácil hacerle una felación a un tipo que darle un abrazo. Esa frase volvió a mi mente tras leer El corazón entre las piernas, de Sebas Martín.

El corazón entre las piernas: opinión.
Se trata de un gran fresco de relaciones eroticosentimentales de estos principios del siglo XXI. Están protagonizadas por personajes gays, pero podría extrapolarse a todo tipo de individuos. Historias breves, eslabones de una cadena, que se entrelazan en una novela gráfica circular, que acaba donde empieza. Una antología de desencuentros que tiene a esta Barcelona actual, multiétnica y desconfiada, plagada de personajes solitarios, como telón de fondo.
Relaciones efímeras, en las que los sexual, prima por encima de lo sentimental. ¿Por que hablamos de amor cuando queremos decir sexo? ¿O era al revés?

El corazón entre las piernas juega a fantasía gay (cuerpos de gimnasio, miembros de gran tamaño, sexo explícito con eyaculaciones descomunales) pero a la vez cuenta historias muy humanas. Sebas Martín resuelve esta complicada ecuación sin complejos y aún encuentra espacio para la crítica social. La soledad de los ancianos homosexuales, la homofobia y también la plumofobia (más terrorífica si cabe), en la que somos los propios gays los que discriminamos al diferente, aunque sea de nuestra propia condición están reflejados en esta historia.
El corazón entre las piernas pasa muy bien, como un divertimento más. Pero como los buenos relatos, deja poso. A pesar del tono desenfadado, de tratarse de un tbo supuestamente frívolo, destila cierta melancolía, cierta resignación que conecta perfectamente conmigo. Volveré a leerla con más calma, para apreciar los matices.
El corazón entre las piernas: valoración 7,5/10
